Sunday, May 20, 2007

La parte de adelante

Nunca me gustaron las sorpresas..., me hacen sentir incómodo desde pequeño. Quizás es porque las que he recibido no han sido de lo más gratas o quizás sencillamente porque lo que siempre me atormenta es tener esa maldita sensibilidad para saber lo que pasa.
Tantas veces que gente me ha dicho "pero cómo sabes...." y es que solamente se, ya no tengo ni idea si será sibrenatural (como alguien dijo alguna vez) o sencillamente y de manera que desconozco, desarrollé cierta forma para verlo, sencillamente para verlo.
Es que es asi..., muchas veces pasa también que los presentimientos, o las ideas sobre algo terminan siendo verdad y creanme, que muchas de esas prefiero ni decirlas porque a veces son descabelladas.
De las descabelladas, a menos que tengan que ver conmigo, son de las que más he aprendido. Sabía desde antes que cualquiera, que había mentiras bajo el techo de todos..., nadie quiso escuchar, pero el tiempo solamente me dio la razón.
Lo malo es que eso mismo me hizo un poco soberbio, demasiado seguro..., a veces ni me importa la opinión de los demás, sencillamente porque siento que están equivocados o porque no saben la verdad...
....y tantas veces quise no saber la verdad, tantas veces quise no darme cuenta de nada..., pero no pude, todas terminaron por hacerme mal, cada una de ellas. Ojalá no fuera verdad lo que a veces pasa por mi cabeza y no lo digo por algo en particular, en realidad no lo digo por nada en especial, solamente cuento esta historia que se me vino a la cabeza para mi mismo, para darme cuenta que eso también siempre me ha perseguido..., he intentado sacarlo de la cabeza o he pedido ya no ver cosas solamente con ver la cara de alguien, pero es que no lo puedo evitar.
Lo intenté, prometo que quise no saber, pero es más fuerte que yo y al final siempre termine sabiendo, lo que ya sabía.

1 Comments:

Blogger Fazdelatierra said...

La información siempre está, y lo sabemos cada vez que tomamos conciencia que tropezamos con la misma piedra.
Supongo que por eso, la maravilla no es tanto saber como dejar de negar. Porque así como podemos sentirnos seguros de nuestras percepciones, llegar a creer incluso que somos un alma antigua, nunca podremos evitar el factor sorpresa. Con toda la información y la sensibilidad del mundo, tenemos un punto ciego y es ese el que nos clava el puñal por la espalda, cuando jurábamos que todo estaba iluminado.

11:07 AM  

Post a Comment

<< Home