Fuerza de Venta
Hace algunas semanas estaba parado en un semaforo esperando la luz verde y pude presenciar uno de los más delirantes diálogos "ciudadanos" a los que se podría tener acceso.
Era un día de calor, venía con la Caro de un centro comercial y el efecto Mall nos había pegado a los dos casi igual.
Cuando me refiero a efecto Mall, por si no lo saben, en realidad aludo a ese leve, pero persistente dolor de cabeza que incluso puedes confundir con un mareo.
Debe ser el exceso de estímulos, pero ir al Parque Arauco, el Alto las Condes o el Caracol dos providencias, me produce lo mismo, No tiene que ver con el tamaño, lo vinoso de su clientela o la exclusividad de sus ofertas. Básicamente tiene que ver con la gente, con el mar de gente que solamente trata de nadar sin rumbo fijo, que acude hasta ahí por la falta de panoramas..., mal ellos.
La cantidad de niños gritando y madres en las mismas me supera, el comprador compulsivo que te golpea con sus bolsas no es menos y por sobre todo el aire acondicionado que matiza el aire revuelto pero circulante con las propias podredumbres, me enferma y lo digo literalmente. Es cierto que eso siempre me pasa en algún centro comercial, pero bien podría sumar a los supermercados y no se me movería un pelo.
Si toman en cuenta todos estos antecedentes se imaginarán que la cara de nada que puedes llevar en el auto mientras fumas un cigarro que no sabes en qué momento encendiste, debe ser de antología.
Bueno, así estaba..., esperando la luz verde y tratando de establecer algún puente de conexión con el mundo real, cuando la conversación o más bien el monologo que golpeó mis oídos no dejó de captar mi atención.
Se trataba de un personaje sencillamente de antología. Tal como lucen la gran mayoría de los vendedores ambulantes de la ciudad, sus pantalones eran anchos y cuáticos, sus zapatillas habían sido seleccionadas con rigurosidad en cuanto a lo llamativas y poderosas, casi galácticas, diría yo. El pelo regular corto mostraba, eso si, la vieja y querida chocopanda o zamorano, dependiendo de la edad del lector. Anillos, aros y un riguroso moreno de piel hacían el resto. No se hagan los hueones, el que me diga clasista, es un mentiroso!!!
Bueno, si su aspecto era digno de la reprochable, pero original campaña "piteate un flaite", sus palabras dirigidas a otros vendedores de esa esquina era para ponerlas en letra de molde. Tal como lo haría cualquier gerente de tienda a sus vendedores para motivarlos o sencillamente sentarlos en la pica.
...algo más o menos así:
Gerente: "No podemos seguir vendiendo tan poco"
Empleado: "...pero si nosotros vendemos, son los de la otra cuadra los que no venden nada, tienen las cajas llenas"
Gerente: "Eso ya lo se, en la otra cuadra es cuestión que mejoremos la fuerza de venta y estamos listos, pero ustedes no pueden decaer, con ustedes ya trabajamos la fuerza de venta..., no te hagai el gil conmigo"
SENCILLAMENTE NOTABLE.......
Era un día de calor, venía con la Caro de un centro comercial y el efecto Mall nos había pegado a los dos casi igual.
Cuando me refiero a efecto Mall, por si no lo saben, en realidad aludo a ese leve, pero persistente dolor de cabeza que incluso puedes confundir con un mareo.
Debe ser el exceso de estímulos, pero ir al Parque Arauco, el Alto las Condes o el Caracol dos providencias, me produce lo mismo, No tiene que ver con el tamaño, lo vinoso de su clientela o la exclusividad de sus ofertas. Básicamente tiene que ver con la gente, con el mar de gente que solamente trata de nadar sin rumbo fijo, que acude hasta ahí por la falta de panoramas..., mal ellos.
La cantidad de niños gritando y madres en las mismas me supera, el comprador compulsivo que te golpea con sus bolsas no es menos y por sobre todo el aire acondicionado que matiza el aire revuelto pero circulante con las propias podredumbres, me enferma y lo digo literalmente. Es cierto que eso siempre me pasa en algún centro comercial, pero bien podría sumar a los supermercados y no se me movería un pelo.
Si toman en cuenta todos estos antecedentes se imaginarán que la cara de nada que puedes llevar en el auto mientras fumas un cigarro que no sabes en qué momento encendiste, debe ser de antología.
Bueno, así estaba..., esperando la luz verde y tratando de establecer algún puente de conexión con el mundo real, cuando la conversación o más bien el monologo que golpeó mis oídos no dejó de captar mi atención.
Se trataba de un personaje sencillamente de antología. Tal como lucen la gran mayoría de los vendedores ambulantes de la ciudad, sus pantalones eran anchos y cuáticos, sus zapatillas habían sido seleccionadas con rigurosidad en cuanto a lo llamativas y poderosas, casi galácticas, diría yo. El pelo regular corto mostraba, eso si, la vieja y querida chocopanda o zamorano, dependiendo de la edad del lector. Anillos, aros y un riguroso moreno de piel hacían el resto. No se hagan los hueones, el que me diga clasista, es un mentiroso!!!
Bueno, si su aspecto era digno de la reprochable, pero original campaña "piteate un flaite", sus palabras dirigidas a otros vendedores de esa esquina era para ponerlas en letra de molde. Tal como lo haría cualquier gerente de tienda a sus vendedores para motivarlos o sencillamente sentarlos en la pica.
...algo más o menos así:
Gerente: "No podemos seguir vendiendo tan poco"
Empleado: "...pero si nosotros vendemos, son los de la otra cuadra los que no venden nada, tienen las cajas llenas"
Gerente: "Eso ya lo se, en la otra cuadra es cuestión que mejoremos la fuerza de venta y estamos listos, pero ustedes no pueden decaer, con ustedes ya trabajamos la fuerza de venta..., no te hagai el gil conmigo"
SENCILLAMENTE NOTABLE.......
5 Comments:
Quiero aprovechar la ocasión para contar una situación parecida, pero no me ocurrió a la salida de un centro comercial (pero es algo similar). Me encontraba en una fila del banco, esas eternas en las cuales hay siete cajas disponibles pero por alguna razón sólo funcionan dos. Estaba esperando, sin pensanr en algo concreto cuando me concentré en la conversación que un par de chicas tenían. La descripción debe ser parecida a la realizada sobre esos dignos "empresarios": cintillos, muchas pulseras, aros grandes y pantalones hasta media pierna (con colores muy llamativos). Una le decía a la otra "shuua, yo pa' este verano me voy donde mis suegros, la vieja hace unos "payes" bakanes" y la otra le responde "shii de que tai' hablando, que wea es esa de los payes?" y la chica le responde "payes po, que no sabí?? son muchos pie de limón". PLOP
Lo siento, no entiendo, creo que tengo lentitud o retraso, qué es fuerza de venta?
Fuerza de venta es un concepto de Marketing o mercadeo que se refiere a la capacidad que tengan los vendedores de "generar" necesidad de adquisición en los clientes.
Entonces, en esta historia, el chiste está en la aplicación de conceptos modernos de venta en el más informal de los comercios..., fome, no?
Gracias por leer el blog...., qué te parece el resto?
Gracias por la explicación. El otro día fui al parque arauco y sentí absoluta identificación con este post.
Feliz Navidad.
Hace millones de siglos atrás, cuando la tierra era plana, me contaste que te cargaba salir de comprar en general, y peor aún, que odiabas los malls....
Y me dije a mi misma que simplemente te cargaba la idea de comprar, la busqueda, el encuentro, la posesion de objeto, el fetiche que representa lo perdido o lo que no es, y por tanto, que no necesitabas llenar vacíos.
¿has visto en la cama? las mujeres que adoran comprar como yo (y lo confieso, es terrible, pero asi es) es porque necesitan poseer algo irremediablemente, y cuando estan deprimidas, mientras mas caro, mejor.
Este ultimo punto lo estoy superando porque creo de que algo sirven los años.
Pero esta navidad en particular, odie el mall y termine con un dolor de cabeza espantoso... supongo que en algo vamos mejorando o empeorando, no se, dimelo tu.
un beso. Isa
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