Un completo y jugo en polvo
Los alumnos del Instituto Nacional hace algo más de una semana colgaron en el frontis de su edificio un lienzo con la leyenda "Bachelet, estás conmigo"? Nada grafica mejor y responde más eficiente a los que todavía se preguntan por lo legitimo y profundo de las movilizaciones estudiantiles.
Algo tenía que suceder para que la imagen de este chile campeón de todo se derrumbara. No la creí nunca, más bien preferí moverme en el plano del país que todavía tiene un largo camino por recorrer antes de considerarse superior a si mismo.
El espejismo del infalible país que todo lo puede no era cierto, los secundarios lo demostraron de la mejor manera. Es que manejarse entre la inoperancia y el facilismo te pasa la cuenta y 16 años de reformas sin rumbos, solamente se comparan con parchar la tela ya gastada en un viejo pantalón pasado de moda.
Por qué no partir desde cero pero en serio, por qué tratar de hacerte creer que lo realizado es lo mejor y más atinado y que sin más, en algunos años ya eres vanguardia. No puede ser, así de sencillo.
Idolos los muchachos que está vez no compraron barato, con dirigentes que tienen claro que ganar el gallito poco tiene que ver con ellos. Es están poco contaminados, es que la presión del resultado no los abruma, es que ya son demasiados años de ver día a día como el sistema entero les demuestra su marginalidad.
Los secundarios nos ponen frente a lo peor de nosotros mismos, a la complacencia insólita y al conformismo pequeño de los que solamente aprendieron a administrar el sistema. Pero ya está claro que con eso no bastaba.
Los admiro y los quiero por pintar de absurdo la función del burocrata, por no tragar la solución simple.
Por qué uno tendría que admirarse, al fin y al cabo cada día los hacemos pagar el precio de recibir algo de mala calidad.
Subestimar al que fue mal educado no siempre es una buena idea. Lo que si me queda claro es que lo aprendido por estos muchachos no se lo enseñaron en el colegio, por suerte.
Algo tenía que suceder para que la imagen de este chile campeón de todo se derrumbara. No la creí nunca, más bien preferí moverme en el plano del país que todavía tiene un largo camino por recorrer antes de considerarse superior a si mismo.
El espejismo del infalible país que todo lo puede no era cierto, los secundarios lo demostraron de la mejor manera. Es que manejarse entre la inoperancia y el facilismo te pasa la cuenta y 16 años de reformas sin rumbos, solamente se comparan con parchar la tela ya gastada en un viejo pantalón pasado de moda.
Por qué no partir desde cero pero en serio, por qué tratar de hacerte creer que lo realizado es lo mejor y más atinado y que sin más, en algunos años ya eres vanguardia. No puede ser, así de sencillo.
Idolos los muchachos que está vez no compraron barato, con dirigentes que tienen claro que ganar el gallito poco tiene que ver con ellos. Es están poco contaminados, es que la presión del resultado no los abruma, es que ya son demasiados años de ver día a día como el sistema entero les demuestra su marginalidad.
Los secundarios nos ponen frente a lo peor de nosotros mismos, a la complacencia insólita y al conformismo pequeño de los que solamente aprendieron a administrar el sistema. Pero ya está claro que con eso no bastaba.
Los admiro y los quiero por pintar de absurdo la función del burocrata, por no tragar la solución simple.
Por qué uno tendría que admirarse, al fin y al cabo cada día los hacemos pagar el precio de recibir algo de mala calidad.
Subestimar al que fue mal educado no siempre es una buena idea. Lo que si me queda claro es que lo aprendido por estos muchachos no se lo enseñaron en el colegio, por suerte.
1 Comments:
Nada puede ser tan malo en este país si es que ha sido posible tamaña capacidad de movilización.
Nada está perdido.
De hecho, ando como más feliz.
Y en eso estamos todos.
Yo caché -no quiero decir que soy un visionario por cierto- cuando ganó la Bachelet, que algo asì ocurriría... tanta gente en la calle...
Bien.. las cosas se dan como deben darse... y siguen un curso bonito... la Concertación no es más que un relato coyuntural que acabará con el suspiro de la revolución que ya estamos viendo... y así sigue la historia y parece que para mejor
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